Las excavaciones en terrenos complicados son un desafío en proyectos de construcción de obra nueva o de obra civil. Cada tipo de suelo tiene una serie de características que pueden dificultar el proceso por diversos motivos, como la dureza, la falta de estabilidad e incluso la presencia de agua subterránea en el área a excavar.
Ante este tipo de inconvenientes es necesario evaluar bien el terreno previamente y planificar las excavaciones para garantizar la seguridad, la viabilidad del proyecto y su finalización con éxito. En Romdesging tenemos la experiencia y recursos necesarios para realizar excavaciones de tierra en todo tipo de superficies en la provincia de Tarragona.
Te contamos qué dificultades pueden surgir en el proyecto según el tipo de suelo y te daremos consejos para que cuentes con profesionales especializados que planifiquen bien las excavaciones. Estos son los tipos de suelos difíciles que más frecuentemente nos encontramos.
Terrenos rocosos
Los suelos rocosos, como te imaginarás, son extremadamente duros y difíciles de excavar, por lo que se necesita maquinaria específica como perforadoras, martillos hidráulicos o incluso explosivos, que requieren un nivel de conocimiento especializado y una evaluación previa para garantizar la seguridad y legalidad del procedimiento.
La mayor complejidad en estos terrenos es la dureza de las rocas, que aumenta el tiempo de duración de la excavación y puede aumentar el riesgo de fracturas o caídas de grandes bloques de piedra. Es muy importante contar con profesionales capacitados para manejar estos equipos y observar el terreno.
Terrenos arenosos
Los suelos arenosos pueden generar problemas de estabilidad y derrumbes debido a la baja cohesión del material. Durante una excavación, las paredes pueden desestabilizarse o facilitar la infiltración de agua por la permeabilidad de la arena, por lo que complica el proceso en excavaciones profundas.
Para ello se suelen instalar sistemas de apuntalamiento o encofrados que estabilicen las paredes, así como la excavación en capas para minimizar los riesgos de derrumbe.
Suelos arcillosos
La arcilla tiene la dificultad de la retención de agua y por ser un material compacto, lo que genera problemas en la excavación. Este tipo de superficies pueden ser resbaladizas al conservar agua, lo que dificulta el trabajo y el acceso de la maquinaria.
La estabilidad del terreno no es uniforme, ya que puede provocar deslizamientos y dificultar el avance si se endurece. Para ello es necesario hacer un drenaje adecuado y controlar el agua en el área del proyecto, así como el uso de maquinaria como excavadoras hidráulicas que respondan bien a este tipo de terrenos.
Presencia de agua subterránea
Este es uno de los grandes problemas que pueden presentarse en excavaciones profundas, ya que el agua puede aparecer en cualquier tipo de suelo. Lo realmente peligroso de la presencia de agua subterránea es la posible inundación de las áreas de trabajo, así como lo complejo que se hace el mantener la estabilidad del terreno.
Esto aumenta el coste y el plazo de ejecución del proyecto, ya que se hace necesario drenar el agua o instalar sistemas de bombeo. Es muy importante hacer un estudio geotécnico previo para ver el nivel del agua y estudiar la forma de contenerla en casos extremos.
Superficies heterogéneas
Hay algunos casos en los que el terreno está compuesto de una mezcla de diferentes tipos de suelo, o en los que la superficie es inestable por una falta de compactación, en cuyo caso hay que hacer diferentes tipos de movimientos de tierra para evitar riesgos de hundimientos o derrumbes.
El hecho de no poder hacer una excavación uniforme alarga los plazos de los trabajos y dificulta el proceso. En estas superficies se recomienda contratar a expertos que analicen las condiciones del terreno y den soluciones personalizadas al trabajo.
Consejos para excavaciones en suelos difíciles
Ante un proyecto de excavación es necesario hacer un estudio geotécnico que permita conocer las características del suelo, la resistencia de los elementos que lo forman y la presencia o no de agua subterránea. De esta manera se podrá planificar mejor el equipo necesario, las técnicas y las medidas de seguridad.
Una vez conocemos el tipo de terreno, habrá que elegir la maquinaria adecuada para optimizar los tiempos de trabajo y reducir los posibles riesgos.
Como comentábamos, en suelos arcillosos, arenosos o con agua subterránea es importante contar con sistemas de drenaje para mantener el área seca y segura durante las excavaciones. Si es necesario, se deben colocar sistemas de apuntalamiento para evitar derrumbes de las paredes.
Los suelos difíciles pueden tener cambios repentinos, por lo que es importante hacer un constante monitoreo para adaptar las técnicas que se están realizando y garantizar la seguridad de los trabajadores.
Expertos en todo tipo de terrenos
Como ves, es necesario evaluar previamente y planificar el proyecto, el uso de maquinaria adecuada y la supervisión de expertos para que el trabajo salga correctamente y sin contratiempos.
Si necesitas ayuda de empresas profesionales en movimientos de tierra y aperturas de zanjas, pozos o cualquier otro tipo de excavación en la provincia de Tarragona, contacta con Romdesign y te daremos un presupuesto personalizado.